En 1989 el llamado Consenso de Washington estableció la necesidad de privatizar todas aquellas empresas operadas por los Estados Latinoamericanos, como una de las medidas para sacar a estos países en desarrollo de una compleja crisis económica. En el caso de la República de Panamá, el gobierno del presidente Guillermo Endara dió los primeros pasos para acatar estas directrices. Pero fue a la administración Ernesto Pérez Balladares que le tocó cumplir con todos los compromisos asumidos entre 1990 y 1994.
Aunque la banda presidencial tenía el potencial de convertirse en una camisa de fuerza, si se cumplía con todo lo acordado por Endara, el equipo de Pérez Balladares encontró la manera de sustituir la privatización salvaje por la «corporización» de las empresas estatales con una fórmula de venta del 49% al sector privado, conservación de otro 49% en manos del Estado y transfiriendo el 2% restante a manos de los trabajadores de estas empresas. El mismo ex-vicepresidente Guillermo “Billy” Ford, quien fue el autor de las reformas económicas de Endara, reconocía la diferencia entre su Plan y el de Pérez Balladares. Más abajo podrás ver un vídeo de un debate televisivo que sostuvieron ambos líderes hace algunos años sobre este tema.
Más allá de ocuparse de hacer menos traumática la modernización de las empresas del Estado, Pérez Balladares también llegó al poder con la idea de aprovechar eficientemente los recursos que se generarían de la privatización, incluso los fondos que resultaran de las concesiones administrativas al sector privado. Por eso, antes de que se cumpliera su tercer mes de gobierno, en el Consejo de Gabinete del 26 de noviembre de 1994, se presentó la Resolución 590-94, con la que se aprobó desarrollar un Proyecto de Ley, que tendría que pasar por la Asamblea Legislativa, para crear el Fondo Fiduciario para el Desarrollo. Clic aquí si quiere descargar las actas del día.
El Fondo Fiduciario – que se materializó con la Ley 20 del 17 de mayo de 1995 – se convirtió en el «ahorro nacional» iniciado por Pérez Balladares y que, según las reglas establecidas desde el principio, no puede ser utilizado para gastos corrientes del Estado, ni para inversiones, ni para garantizar préstamos. Solo los intereses de ese capital pueden ser empleados para emergencias nacionales. Clic aquí para conocer más sobre el Fondo Fiduciario.