En el ejercicio de la Presidencia de Panamá, Ernesto Pérez Balladares pronunció más de 500 discursos. Unos escritos, otros improvisados.
Editorial Grijalbo recogió de estas alocuciones algunas frases que definen la vitalidad del pensamiento del mandatario panameño.
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Las frases fueron clasificadas bajo estos renglones y subrenglones:
- Gobierno: Presidencia, papel del gobierno, modernización del Estado, gobierno y comunidades, desburocratización, servicios públicos, ética, críticas, decisiones, legitimidad y representatividad, concertación, diálogo y consulta; y gobernantes.
- Democracia: Concepción de democracia, gobernabilidad y transparencia; y nueva cultura política.
- Economía: Modernización de la economía, cambios, globalización, perspectivas, productividad y eficiencia, ampliación de mercados, competitividad, inversiones, privatización, empresa privada, Ley de universidades de incentivos, agropecuario; y turismo.
- Política social: Concepción, deuda social, desempleo, educación, Ciudad del Saber, vivienda, salud, trabajo, infraestructuras, obras comunitarias, familia, mujer, juventud, medio ambiente; e indígenas.
- Sociedad: Sociedad civil, seguridad ciudadana, drogas, lucha contra el narcotráfico, corrupción, libertades públicas, partidos políticos, derechos humanos, participación ciudadana; y optimismo.
- Relaciones Internacionales: Política exterior, América Latina, Naciones Unidas; y Centro Multinacional Antinarcótico.
- Canal: Culminación de un proceso histórico, Tratados, transferencia, áreas revertidas, bases militares, espíritu nacional; y puertos.
- Nación: Concepción, independencia, panameños y patria.
- Omar Torrijos.
- Hacia el Siglo XXI.
Algunas de estas ideas están más vigentes que nunca. Por ejemplo:
Gobierno: “Los días del Estado paternalista y dadivoso terminaron“. 3 de enero de 1995.
Democracia: “Ya pasaron los tiempos en que los jóvenes tenían que esperar a ser mayores para que sus opiniones fueran oídas; ya pasaron los tiempos en que la mujer tenía una participación apenas marginal en la vida de la nación; ya pasaron los tiempos en que la promoción de la familia estaba limitada a organizaciones religiosas; ya pasaron los tiempos en que los hombres y mujeres de avanzada edad estaban condenados a vivir en caridad pública o de la lástima de sus familiares“. 19 de junio de 1997.
Economía: “Producir los cambios y las transformaciones necesarias para crear las instituciones, o introducirles a éstas las modificaciones que corrijan su obsolescencia, casi siempre irá acompañado de alguna clase de sacudidas o estremecimientos“. 10 de junio de 1995.
Política Social: “Ninguna modernización del Estado ni ninguna reforma económica pueden ser duraderas si no se afincan en una base educativa sólida“. 15 de marzo de 1998.
Sociedad: “No le hace bien al país llevándolo al convencimiento de que todas sus estructuras políticas están carcomidas sin remedio por la corrupción. Lo que debemos hacer es proponernos combatirla con determinación, a fondo y donde quiere que aparezca, dentro o fuera del gobierno“. 26 de junio de 1995.
Relaciones Internacionales: “América Latina ha dejado de ser el continente de los conflictos para convertirse en el continente de las oportunidades. La pobreza extrema y sus secuelas de malnutrición, desintegración familiar y violencia, deben ser afrontadas con determinación y sin dilaciones, antes de que nos convirtamos también en el continentes de las desigualdades“. 21 de abril de 1996.
Canal: “El Canal jamás debe ser presa de la voracidad política, y su administración debe construir modelo para todas nuestras instituciones“. 9 de agosto de 1996.
Omar Torrijos: “Así como nuestro mentor, el general Omar Torrijos institucionalizó la yunta pueblo-gobierno, como soporte comunitario a su gestión, hoy nuestra administración, retomando esos principios, promueve la auto-gestión como fórmula sencilla y eficaz para garantizar la sostenibilidad de los proyectos que ejecutamos“. 21 de septiembre de 1996.
Hacia el Siglo XXI: “La paradoja del final de este milenio es que, en una época de arsenales bélicos y armamentos de un poder destructivo casi inconcebible, las guerras las están ganando las ideas, la perseverancia y la determinación. Los pueblos que logran vencer el atraso, no lo hacen incrementando sus gastos militares sino invirtiendo en la gente, en su educación, en su salud, en su vivienda, en una palabra, en su bienestar“. 12 de agosto de 1996.